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Arquitectos: DC.AD, Victor Vicente
- Año: 2014
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Fotografías:Francisco Nogueira
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En 1940, Portugal conmemora el tricentenario de la restauración de su Independencia y el 800 aniversario de su nacimiento con un programa de actividades que culminan en la Exposición del Mundo Portugués. Escenificado en Belém y centrado en la Praça do Imperio (Plaza del Imperio) creada especialmente, la exposición tuvo como objetivo la promoción de los eventos y logros más notables del pasado de la nación.
La plaza estaba ya en un lugar rodeado de monumentos alusivos a la era de los descubrimientos, incluyendo el Monasterio de los Jerónimos, Afonso de Albuquerque Square, la Torre de Belém y el río Tajo.
El Espelho de Água fue construido para servir como el salón de restaurante/cerveza para el evento, con el proyecto de Antonio Lino, ejecutado bajo la dirección de Cottinelli Telmo, arquitecto principal de la exposición. Su estilo modernista estaba sujeto a modificaciones posteriores que restan valor a sus dimensiones originales por dentro y fuera.
El edificio es flanqueado por una gran fuente de agua que llega hasta el río para crear una sensación de estar flotando. La estructura global sigue una métrica rigurosa que comparte sus proporciones con grandes esculturas que conducen a la entrada.
El edificio fue compuesto inicialmente por dos áreas separadas y apartadas unidas por una tercera que sirve como entrada. Este fue demolido después de la exposición y se sustituye por una construcción de carácter efímero, con techos apoyado por cerchas metálicas recubiertas por láminas de zinc.
La intervención llevado a cabo ahora busca restaurar el edificio a sus características originales en el momento de la clausura de la exposición en 1940, antes de que el sitio fuese sometido a grandes cambios. Características visualmente contaminantes se han eliminado, una estructura no original al sur ha sido demolida y el marco de la apertura global restaurada. Una gran claraboya en el centro del espacio alude al patio al aire libre que una vez separó las dos estructuras originales.
La instalación de una cafetería y un restaurante en la planta baja, vinculados a la terraza, llevó al descubrimiento de un mural por el artista Sol Lewitt, de fecha 1990, que se restauró completamente. La cocina ubicada centralmente se ve rodeada por paredes cubiertas de jardines verticales.
Hacia el norte, hay una zona de ocio más tranquilo con vistas hacia el Centro Cultural de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, así como una tienda y entrepiso. Desde aquí también se pueden ver las escaleras que conducen a la zona de oficinas del primer piso. Al oeste, en la zona de entrada principal, un espacio abierto sirve como una galería de arte y sala de conciertos.
El interior revela la estructura del edificio, que da una idea de las diferentes áreas que lo componen. Los acabados son mínimos, con suelo de hormigón y superficies blancas. Las líneas de trabajo de iluminación acentúan el drama al interior del espacio, mientras que las lámparas circulares en el las fachadas norte y sur son un toque final para enfatizar los vínculos con el proyecto original 1940.
Nota: Este proyecto se publicó originalmente el 8 de febrero de 2015.
